Esta reflexión ya ha quedado un poco obsoleta a estas alturas, pero bueno, así lo viví en su día.
LA GUERRA DE
LAS EDITORIALES
De un tiempo a
esta parte estamos viendo como se está revolucionando el mercado editorial en
nuestro país.
Todo comenzó
hace unos años cuando sucedió algo impensable con una de las grandes: Planeta
De Agostini, concretamente su división de cómics (Forum) dejaba de publicar los
tebeos de “Marvel” después de varias décadas.
Realmente
nunca le pertenecieron los derechos, pues según nos enteramos a posteriori,
estos pertenecían a “Panini” (sí, los de los cromos) los cuales se los tenían
cedidos, al contrario del resto de Europa donde eran ellos quienes publicaban
directamente.
Esto, que
nadie creía posible hasta que llegó el momento, tuvo varias consecuencias.
Planeta cerraba su división de comics como tal, fusionándola dentro de la
principal y tras arduas negociaciones le arrebataba a Norma Editorial los
derechos de la gran competidora americana de la compañía de Spiderman y los
X-Men: “DC Cómics”, los propietarios de Superman, Batman y la línea Vértigo.
Norma a su vez
se hacía con “Wildstorm”(The Authority) y “Top Cow”(Gen-13) que había pertenido
a Forum, sumandolos al otro sello independiente que llevaban publicando hasta
entonces: “Dark Horse” (Hellboy)
De
la noche a la mañana se veía con la obligación de publicar y competir con unos
títulos que, aparte de haber criticado encarecidamente durante los años ochenta
cuando “Marvel” aparecía bajo su nombre, nunca han arraigado en estas tierras
de la manera que lo ha hecho su rival.
Y
está comprobado que los personajes que cohabitan en el universo del “Hombre de
Acero”, no han gozado nunca del favor del público de la misma manera que los
“Superhéroes Marvel” y eso se comprobaba fácilmente comparando la presencia de
cabeceras de unos y otros en las estanterías de las librerías especializadas.
Otra
consecuencia fue la migración de profesionales a la nueva editorial, si estos
llevaban tantos años al frente de ese material y lo hacían bien, era lógico que
“Panini” se los llevara a trabajar con ellos. Esto incrementó aún mas las
dificultades para “Planeta”, pues se veía con unos derechos que no sabía muy
bien que hacer con ellos y sin gente preparada para afrontarlo.
Lo
solucionó de una manera como solo una gran Editorial ellos podrían hacer: Si no
sabes bien como seleccionar lo que publicar, publícalo todo.
Hemos asistido
a una saturación de manera exponencial en el mercado, pues ambas han entrado en
una encarnizada batalla por ver quien mantiene mas colecciones en los quioscos.
Se arriesga
con personajes que no son muy conocidos, se reedita muchísimo material (incluso
de una forma muy caótica, como con la subdivisión de la línea “Vértigo”, de la
cual es casi imposible ordenar cronológicamente sus cabeceras si no es con una
guía de lectura) y en la misma proporción ese mismo material vuelve una y otra
vez de mano de los distribuidores en paquetes de ofertas por el bajo volumen de
venta en su primera tirada.
Por otro lado,
esa carrera por conseguir los listados de novedades mas abultados cada mes repercute en un bajo o nulo control de
calidad del producto final, con errores de edición, traducción o maquetación
que se están volviendo desgraciadamente muy habituales.
Incluso se
comentó la retirada de los derechos por decisión de la editorial estadounidense
precisamente por ese bajo resultado y el descontento de cómo estaban haciendo
las cosas, pero esto solo son rumores.
La parte
positiva es que Planeta está arriesgando con enfoques diferentes como su línea
“BD” en la cual ve la luz material franco-belga a precios asequibles y muchos
clásicos que han visto ediciones mejorables, pero al menos sí conclusivas.
Panini por
otro lado lo ha tenido muy fácil, pues al volumen de aficionados iniciales se
les está uniendo los lectores nostálgicos u ocasionales que está provocando la
cantidad de adaptaciones cinematográficas que se están haciendo, permitiéndose
incluso el lujo de minimizar riesgo y publicar solo lo justo bajo demanda con
antelación de los libreros, obligando al coleccionista a hacerse con sus
ejemplares lo antes posible pues cada vez es mas difícil el lograr conseguir
números atrasados.
Por supuesto
los precios de portada han ido incrementándose bastante, pero de eso no nos
quejamos pues nos hemos acostumbrado a que tras la llegada del “euro” esté todo
mas caro.