Francisco, de Leviatán Cómics. O al menos lo era... Después de mi experiencia como librero y vendiendo los tebeos que hacían otros me propongo hacer algo dentro del mundillo desde el otro lado del mostrador. Aquí quiero mostrar mis trabajos antiguos, actuales y bocetos de próximas ilustraciones. Estoy abierto a críticas, sugerencias e invitaciones a cervezas...



miércoles, 4 de febrero de 2015

ARTÍCULOS DE CÓMICS-12: KATSUHIRO OTOMO, EL MANGAKA MAS OCCIDENTAL

KATSUHIRO OTOMO: EL MANGAKA MAS OCCIDENTAL

  
Todos los aficionados al tebeo y al anime japonés están en deuda con este autor -nacido en Hasama (Japón) en la prefectura de Miyagi, en 1954- por ser uno de los máximos responsables de que ambos se pusiera de moda en nuestras tierras.
Fue su obra “Akira” la que hizo que el hasta entonces hermético mercado americano se abriera a las publicaciones asiáticas y sus peculiaridades narrativas (Previo coloreado digital para satisfacer los gustos de su público, reticente a leer en blanco y negro un cómic con expectativas comerciales).
Posteriormente, esa versión se trasladó a los lectores europeos haciendo que aficionados fieles desde siempre a otros géneros se acercaran sin reparos al manga, consiguiendo un éxito sin precedentes y logrando que tanto los que habían leído “Dragon Ball” (Uno de los pocos títulos de culto disponibles aquí en esa época) como los amantes de los superhéroes o seguidores del comic franco-belga coincidieran en idolatrar la narración que Otomo desglosaba en sus viñetas.
Eso abrió mercado para obras posteriores de creadores nipones que nos demostraron que en ese género se pueden encontrar historias que van mas allá de las peleas de personajes de ojos grandes, gracias a las editoriales que apostaron por mostrarnos unos mangas mas adultos y de contenido mas trabajado, cosa que para la mayoría resultaba impensable por el precedente de que anteriormente se publicaba.


De hecho, el propio autor se considera un enamorado del tebeo occidental y eso se percibe desde el trazo realista hasta la composición de sus páginas que aunque llenas de los recursos propios del cómic japonés (las líneas cinéticas, la cámara subjetiva, los campos y contracampos) no lo hacen hasta el punto de condicionar la narración, de modo que cualquier lector puede seguir la historia e interesarse por ella.
Su debut como creador se produjo con Jyu-seï (concida en Occidente como A Gun Report) en 1990 publicó “Kanojo no ovoide”, una recopilación de historias de temática muy diversa. En ciertas partes se puede observar la clara influencia de  Jean Giraud (Moëbius)
Domu (Pesadillas) es una obra larga encuadrada dentro del género del terror psicológico, donde, como en muchas de sus historias están presentes los grandes complejos urbanos (no en vano, la trama acontece en un gran bloque de apartamentos), la violencia y la parasicología. La obra es excelente en el apartado gráfico.


En el 82, cambia de editorial, trasladándose a Kodansha y en Diciembre de ese año comienza a publicar en la revista Young Magazine el titulo al que nos hemos referido antes, Akira, inicialmente, iba a ser una obra de una longitud similar a las anteriores, pero terminó creciendo hasta alcanzar una extensión superior a las 2.000 páginas que el autor no terminó hasta 1990. Nos relata una acción que transcurre en un Tokio post-nuclear, con experimentos genéticos en niños para conseguir usar sus poderes psíquicos como armas para un ejército deshumanizado que es puesto en evidencia por un grupo clandestino de revolucionarios.
Su adaptación cinematográfica (escrita y dirigida por el propio Otomo antes de finalizar el manga, y que es una versión obligatoriamente comprimida del cómic con un final diferente) también causó un impacto tremendo en occidente, y marcó el pistoletazo de entrada de la invasión de la animación japonesa en occidente durante los años 90, y fue el primer ejemplo de manga que viene acompañado de adaptación animada que sirve para popularizar o dar a conocer aún más a un público más numeroso la obra original en cómic.


Después emprendió un nuevo proyecto, esta vez sólo como guionista: The Legend of Mother Sarah, el dibujo es de Takumi Nagayasu.
A partir de este momento, dejará el manga totalmente apartado para dedicarse por completo al cine de animación (salvo en contadas excepciones).
Realizó una historia dentro del número 4 de la serie Batman: Dark & White, dando su propia versión del personaje y en 2002, realizó el texto de un libro para niños Hipira, un travieso pequeño vampiro, ilustrado por Shinji Kimura.


Y por último “Steamboy”, largometraje del 2004 y la película de animación más costosa de la historia del anime hasta la fecha cuyo periodo de producción ha sido de 10 años.

Todo esto nos confirma el buen hacer de un dibujante obsesionado por el detalle y el perfeccionismo como podremos observar si nos acercamos a sus páginas.

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