Siguiendo con el rollito de "Alcances", aquí reflejé una crítica social disfrazada de versión peliculera, cuando se debatía en los países europeos la exhibición de este tipo de prendas en público (Y además solo tuve que dibujar una viñeta).
Bueno, esto me tocaba la fibra sensible de forma indirecta. El tema de la venta de libros de textos por parte de las grandes superficies siempre me ha parecido mal desde mi punto de vista. No porque sea una competencia en sí, sino porque no me parece legal.
El poder aplicar descuentos extras y condiciones a las que no pueden optar las librerías tradicionales me parece de muy poca vergüenza, no tanto por ellas sino por las editoriales y distribuidoras que lo permiten.
Casos similares me he encontrado yo en el tema de los cómics cuando aún tenía la tienda y la verdad es que jode un huevo.
Y a ver, que me parece muy bien que el cliente final se beneficie de esas ofertas y precios especiales, pero ya que estamos, que todos los puntos de venta puedan contar con los mismos privilegios.
Y a ver, que me parece muy bien que el cliente final se beneficie de esas ofertas y precios especiales, pero ya que estamos, que todos los puntos de venta puedan contar con los mismos privilegios.
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