Pues hace unos cuantos años estuve trabajando como socio en una empresa de grabados de placas en metal, esas que tanto gustan en Cádiz y que se regalan tanto entre sí cofrades y carnavaleros (La misma gente, en el fondo).
Aparte de hartarme de adaptar carteles para entregar como trofeo o conmemoración en diversos actos, dibujar casi todas las iglesias y cristos de la provincia asi como los logotipos de todos los organismos oficiales, tenía la suerte de realizar alguna caricatura de vez en cuando con motivo de bodas o jubilaciones.
Las hacía en papel y las entintaba en vegetal con nuestros amigos los rotrings (Hasta que llegó el maravilloso día en que descubrí unos rotuladores calibrados con suficiente intensidad de negro) y luego eran pasadas a fotolito para mediante un proceso fotoquímico trasladarlos a latón o alpaca.
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